miércoles, 20 de agosto de 2008

Charlotte... Mierda.

...Eso es lo que pensamos los tres al mirar al techo y ver el ventilador tambaleandose lentamente en la calurosa noche de verano sobre nuestras cabezas, en el hotel improvisado de Charlotte (Carolina del Norte). Aun estabamos en territorio Yankee, sin saber muy bien por que. Esto no habia acabado...

Si me quieres hacer un poquito más feliz, pincha ¡¡EN ESTE ENLACE!! Gracias!! AVISO: ES UN POCO FRIKI... qué esperabas? :)

martes, 19 de agosto de 2008

This is the End

El tequila de Tijuana me está atacando de igual manera al estómago y al cerebro, aunque saldremos de esta sin mayor problema. Ha sido un gran día, intenso, denso pero relajado al mismo tiempo... haciendo vida por las distintas imágenes que ofrece San Francisco, qué ciudad! mochila al hombro, leyendo poesía decadente -Howl- recordando iconos de la generación Beat, transportándome a la magia oriental en Chinatown, admirando la elegancia de la "Transamerica Pyramid" en el distrito financiero, y disfrutando del feeling y el groove de "The Bachelors" en el Saloon, un grupo más, en un garito cualquiera de San Francisco...

Mañana el último día, no tenemos tiempo para nada así que cortamos temporalmente la comunicación, que retomaremos sin duda con unas birras en breve :)

Se agradecen los comentarios que habéis mandado, en serio que cada uno de ellos nos ha hecho ilusión leerlo a tantos kilómetros de "casa" :)

Las fotos, actualizadas hasta la llegada a San Francisco, como siempre, en:

http://picasaweb.google.es/spesgmd

Un abrazo, a tod@s.

domingo, 17 de agosto de 2008

Recuerdos de una noche de verano en Venice Beach

¡Plafff! Cerramos al mismo tiempo las puertas traseras del taxi amarillo que nos condujo a la playa de Venice. "¡Paseo marítimo de Venice!", nos dijo el alegre taxista con quien hablamos de Barak Obama y la Eurocopa durante el trayecto.

La entrada en este distrito playero de Los Ángeles sigue siendo la misma que hace cuarenta años; avanzas en coche por grandes avenidas que se van estrechando al llegar a la playa, flanqueadas por interminables hileras de palmeras, tras las que se suceden numerosas casas de inconfundible estilo californiano y divertidas reminiscencias psicodélicas.

Al salir del taxi, nos dejamos caer en la arena de la playa. Era el atardecer en Venice Beach. Los contrastes de luces y sombras en la arena se mezclaban con el color rojizo de la puesta de sol, más allá de las colinas, en el lenjano camino hacia el oeste. Hacia el este, las luces de Los Ángeles brillaban al tiempo que no dejaban de salir aviones del aeropuerto, surcando el horizonte. Al sur, frente a nosotros, el misteriosamente cálido Pacífico nos acariciaba las manos con las olas de la baja mar. Estábamos tumbados sobre una dulce alfombra de arena bordada con las innumerables huellas de las gaviotas. No vimos ninguna, pero era evidente que habían estado. Mis manos olían a nostalgia de un tiempo no vivido y a mucha arena y poca sal.

Estábamos sobre el mismo lugar cuarenta y tres años después... En el verano del 65, Jim Morrison volvió a Los Ángeles de un retiro en el desierto, tras acabar los estudios universitarios. Se reencontró con Ray Manzarek en esta misma playa. Sobre la misma arena, leyó uno de sus poemas, motivo suficiente para que Manzarek le convenciera sobre la necesidad de formar una banda de rock que popularizara sus poemas, convertidos en canciones. El resto es Historia.

El poema que leyó Morrison aquella tarde de verano es "Moonlight drive", en el que habla del placer sobre la arena de la playa, y de la manera en que la ciudad devora al individuo a medida que éste abandona el mar, para adentrarse en la caverna. ¡Hombres de las praderas!, como dirían los Smash.

Hoy, la sensación desde Venice Beach sigue siendo la misma, cuando desde esta pacífica playa el mar te hace cosquillas, miras para atrás mientras la luna llena te vigila y divisas el horizonte de bombillas que te conduce a la misma caverna que obsesionaba a The Doors.

Esa caverna ya no tiene ningún oasis en el que descansar. Es un desierto. El paseo marítimo de Venice Beach está plagado de mendigos que fueron hippies en los 60. Hoy día son malavaristas a los que se les cae la chaqueta y la transgresión se ha limitado a las molestias que ocasionan a los comercios de la zona.

Sin embargo, hemos estado en el escenario donde se produjo la gran explosión hace cuarenta y tantos años. En él, se respira una estimulante calma, un lugar en el que todavía se convive pacíficamente.

Recogidas las pruebas, evaluados todos los datos, analizados hasta sus últimas consecuencias, podemos llegar a la conclusión definitiva: el rock ha muerto.

Tan sólo queda nuestra romántica presencia en el espacio del tiempo perdido... Y las huellas de las gaviotas. ¡Menudas aves! No me explico cómo los surrealistas eligieron a las palomas.

- Javi Flores Fernández-Viagas.

Fotos:

http://picasaweb.google.es/spesgmd/LosAngeles

Norte y Sur

Al fin, rumbo al sur por la 805 con curiosidad y un poco de nerviosismo generalizado por la incertidumbre que nos aguardaba... Íbamos a cruzar la frontera para escapar de EEUU hacia México! romanticismo en estado puro, si ignoramos el detalle de que nuestra situación era totalmente legal, claro.

Lo primero que llama la atención es lo sencillo que resulta pasar de EEUU a México: ni un control rutinario, ni una revisión, ni examen de papeles... nada! Al menos cruzando a pie desde La Línea, como hicimos nosotros, aunque imagino que en carro no debe ser muy diferente. La vuelta, a pesar de una pequeña espera, la comprobación de pasaportes y un escaneo de mochilas, tampoco fue demasiado aparatosa.

Otro hecho es que por mucho que se empeñen los poderes fácticos en delimitar el territorio con escuadras, cartabones y alambradas, existe siempre un ineludible efecto osmótico que se deja notar en detalles como el idioma, las costumbres o incluso algo tan artificial como la moneda. Hablamos en castellano en EEUU y pagamos en dólares en Tijuana.

La relación de Tijuana con EEUU me recordó enormemente a la de Tánger con España, ciudades fronterizas donde se intuye la diferencia cultural y económica norte-sur, pero no da la sensación de sumergirse realmente en esa otra realidad que se va buscando, es todo demasiado familiar, demasiado fácil. Y al mismo tiempo miles de acosadores verbales te instigan a entrar en su tiendecita con la promesa de que vas a poder conseguir un buen regateo...

Bueno, y el resto (incluidos los tacos y el tequila)... por fotos! Bienvenidos a Tijuana! :D

http://picasaweb.google.es/spesgmd/Tijuana

viernes, 15 de agosto de 2008

2x1 - 90MPH y 25USD

Day trip on the road de Beatty a San Diego, a 90 millas por hora. Parada incluida en el pueblo minero fantasma Calico (sí sí, como Cálico Electrónico) reconvertido en centro turístico, muy curiosos los edificios originales (saloon, oficina del sheriff, telégrafo, barbería, estación de bomberos con el "carro" de bomberos, etc). La comida la hicimos en Peggy Sue's, un garito típico de la américa más profunda en plan Tarantino (hay foto), era un sitio rehabilitado que intentaba imitar exactamente la estética que tenía en ls años 50, a mi me daba la impresión de estar metido en la película Grease en el momento que la dependienta se acercaba con el uniforme retro de colores pastel con la cofia a juego, una bandeja con dos helados en copas enormes y una sonrisa de oreja a oreja. En el servicio, dibujado a lo largo de toda la pared la mítica ruta 66, con los nombres de las ciudades que atravesaba...

La llegada a San Diego un poco accidentada intentando encontrar hotel por la zona chachi para salir, el Gaslamp, donde TODAS las noches de la semana hay sitios con Blues, jazz y rock en vivo, acogido por la arquitectura victoriana de las casitas y entre los elegantes cristales de los rascacielos. Me encantan los rascas!

Al final lo único que encontramos con habitaciones libres era:

a) Un hotel de lujo con habitaciones diseñadas por el equipo de Ferrari.
b) Un picadero con habitaciones por 25$ y compañía asegurada (manadas de cucarachas, o algo que se le parecía).

Antes de sobar (no, no pienso deciros donde nos quedamos :P) nos metimos en un sitio a tomarnos unas birras y escuchar un poco de blues/country.

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El siguiente día me fui de loco a ver la cuidad, San Diego es precioso, más aún de día. Comencé por la parte del paseo marítimo, donde tienen entre otras "cositas" el USS Midway, un portaaviones de la Marina de los Estados Unidos de América (amén), reconvertido a museo. Ver flotar esa cosa enorme es realmente impresionante.

Luego me fui hasta la península de Coronado, al otro lado de la bahía de San Diego, para ver desde allí las vistas de la cuidad, y la zona aquella en general. Es curioso ver cómo conviven allí por una parte una de las bases navales más importantes de los EEUU (Está en una situación estratégica, y tiene dos portaaviones en servicio) y por otra parte un pueblo paradisíaco de playas, zonas de ocio y casitas de lujo... Quién lo iba a decir. Eso sí, uniformes y banderitas de los EEUU por todas partes imaginables, grandes y pequeñas, todas ondeando al viento, a la luz del atardecer... ahhh... se siente uno orgulloso de ser cuidadano americano.

Las vistas de San Diego son una maravilla, he colgado "sólo" 4 fotos (dos de día y dos de noche) pero me puse a sacar como loco... ¿he dicho que me encantan los rascas? :D

El puente por el que hay que cruzar para llegar a la península de Coronado es también ENORME (tienen que pasar portaaviones por debajo...), y las vistas desde arriba son una pasada también (casi me despeño por mirar donde no debo).

De vuelta a San Diego, cena en el Hard Rock Café y salida por el Gaslamp (Guillermito nos acrdamos de ti porque proyectaron varios videos de Metallica mientras cenamos :D), esta noche actuaba en el garito al que fuimos Delta Heat, un grupo de puretones, músicos a tiempo parcial, que tocaban un blues muy elegante y pofesioná. El guitarrista era un tipo enrollado, un poco loco, con la locura característica de los guitarristas por sus guitarras y sus excentricidades, y muy simpático. Incluso fue a buscar una maqueta para dárnosla, pero no le quedaban, así que apuntó mi email y me dijo que me contactaría, y yo creo que lo hará :) Decía que le encantaba Jimmie Vaughan, el hermano de Stevie Ray Vaughan, y realmente tocaba muy muy parecido. El teclista aunque no era muy virtuoso tenía un sonido de órgano Hammond conmovedor, y sabía cómo y cuándo usarlo. El batería parecía estar en trance, con una camisa hawaiana apoyado en una esquina del escenario mirando al cielo con los ojos cerrados. El bajista, muy profesional, metido en su papel de hombre misterioso con cara de pocos amigos, gafas de sol y sombrero para preservar su intimidad. Y el cantante intentaba transmitir la magia de Chicago en los 50, con una harmónica electrificada y una voz tirando a negra. Todo esto sin parar de pedir gin-tonics, bacardí-coke y jack daniels-coke, por supuesto. Las fotos dicen el resto :D dedicadas al gran Toltilla, para que no diga que sólo subimos edificios y paisajes (¿he dicho ya que me encantan los rascas?)

El pobre conductor del bici-taxi que nos llevó hasta el hotel de vuelta a los tres creo que se acordará de nosotros toda su vida. Le tangamos con el precio, nos descojonamos todo el camino (en parte de él, mientras sudaba la gota gorda llevándonos cuesta arriba y se le encasquillaban los piñones sin parar) y encima le pedimos que se hiciera una foto con nosotros... pobrecillo.

Finalmente, hoy hemos dado una vuelta por Tijuana, más que nada por el rollo romántico de cruzar la frontera... próximamente en su blog amigo :D

Como siempre las fotos lamentables a la vez que bochornosas en:

http://picasaweb.google.es/spesgmd

P.D. ¿He dicho que me encantan los rascas? :D

martes, 12 de agosto de 2008

Echoes en Zabriskie Point

Debido a la indirecta de algunos comentaristas (ejmmm... ejmmm) me dejo de parrafadas y presunciones literarias y voy directamente al lío :P

Hoy, tras levantarme, abrir el cajón de la mesita de noche del motel, y leer un rato la Sagrada Biblia (con devoción), hemos pasado el día en Death Valley, el Valle de la Muerte (tachannnnnn), mucho calor, pero mucho mucho eh! (Tolti estarás contento!) y muchas vistas impresionantes también :D

La panorámica desde Dante's View de todo el valle y el lago de sal seco es alucinante, y el mítico Zabriskie Point, acompañado de música de Pink Floyd (por supuesto!) también. Luego hemos estado andando a 85 metros por debajo del nivel del mar en Badwater (no no, no os hagais ilusiones, sin agua por encima :P), que es el punto más bajo de los EEUU!

Y ahora antes de sobar iba a salir un rato a ver las estrellas (acompañado del KStars en el portátil, que uno no deja de ser friki en vacaciones), aprovechando ya que estamos en Beatty, que es un "pueblo" de 1000 personas aislado en medio del desierto de Nevada, al lado de donde los americanos hacen agujeros de pruebas con bombas y esas cosas (habéis visto la última de Indiana Jones?). También está por aquí la famosa Area51, así que si no vuelvo a postear en el foro ni a subir fotos, lo más probable es que:

a) Me haya abducido un ovni.
b) Me hayan interrogado y enterrado en el desierto (o enviado a Guantánamo) los militares.
c) Me haya mordido con amor una sidewinder o una cascabel, o un escorpión, que parece que hay bichos de esos por aquí :S
d) Me haya perdido en el desierto (lo más probable)

En fin, buenas noches!! ;)

El link de las fotos, como siempre:

http://picasaweb.google.es/spesgmd/DeathValley

lunes, 11 de agosto de 2008

On the road to Betty

A medio camino entre Pink Floyd y the Beatles está la ciudad de Beatty, última parada antes del Valle de la Muerte.

Advertencia: no mirar esta imagen sin escuchar "Shine on" de Pink Floyd.

http://picasaweb.google.es/spesgmd/DeathValley/photo#5233160063474370706

-Amélie Bertho